VATICANO,
Más de 6.000 gitanos se reunieron esta mañana con el Papa Francisco en el Aula Pablo VI del Vaticano con motivo del 50 aniversario de la visita del beato Pablo VI al campo de nómadas de Pomezia (en la periferia de Roma). La mayoría llegaron desde España e Italia, pero también acudieron gitanos de Irlanda, Inglaterra y Estados Unidos, entre otros.
Francisco hizo suyas las palabras de Pablo VI, quien afirmó que el pueblo gitano "está en el corazón de la Iglesia". "Ustedes en la Iglesia no están marginados, sino que en ciertos aspectos están en el centro, en el corazón", afirmó al tiempo que pidió a la sociedad "erradicar prejuicios".
Después de escuchar algunos testimonios y cómo una popular cantaora flamenca española hizo un canto a San Juan Pablo II y al beato Ceferino (primer y único beato gitano), así como un villancico navideño muy típico del sur de España, el Papa les dedicó unas palabras.
Les recordó que son "un trámite entre dos culturas y por eso se les pide ser siempre un testimonio de transparencia evangélica para favorecer el nacimiento, crecimiento y el cuidado de nuevas vocaciones".
"Saben ser acompañantes no solo en el camino espiritual, sino también en lo ordinario de cada día, con todas sus fatigas, alegrías y preocupaciones".
Francisco dijo conocer las dificultades del pueblo gitano y aseguró que "visitando algunas parroquias romanas, en las periferias de la ciudad, he podido escuchar vuestros problemas, vuestras inquietudes, y he constatado que interpelan no sólo a la Iglesia, sino también a las autoridades locales".