Durante la Misa dominical celebrada en la Catedral de México, el P. Julián López Amozurrutia, canónigo teólogo de la Catedral, agradeció a Dios porque "tuvo misericordia de nuestro país en el paso del huracán Patricia", pues no causó daños mayores y solo murieron seis personas, a pesar de haber sido considerado por los expertos como el ciclón tropical más poderoso de la historia.
Patricia se formó el martes como tormenta tropical y en 30 horas ya era un huracán que había alcanzado la máxima categoría de 5, convirtiéndose en el huracán más potente jamás documentado en América con vientos sostenidos de 325 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes, por lo que se esperaba una devastación enorme.
Sin embargo, al tocar tierra el viernes, los vientos permanecieron confinados en un área pequeña y golpearon una región poco poblada, sin generar grandes daños.
Autoridades del estado mexicano de Jalisco reportaron que al menos seis personas fallecieron en accidentes relacionados con el huracán.
"Un sufragio de gratitud y de petición al Señor que tuvo misericordia de nuestro país en el paso del huracán Patricia por los estados que amenazaba ser afectados y también por las personas que sufrieron alguna tragedia. A todos ellos los ponemos en el altar del Señor", expresó el sacerdote.