BUENOS AIRES,
El Arzobispo Emérito de Rosario (Argentina), Mons. José Luis Mollaghan, celebró una Misa en honor a San Juan Pablo II, quien "vivió con intensidad y heroicamente su misión como Supremo Pastor. Nos transmitió que el hombre no sólo recibe y experimenta la misericordia de Dios, sino que está llamado a vivir la misericordia con los demás".
En su homilía, Mons. Mollaghan afirmó que el santo polaco es "el Papa del matrimonio y de la familia", a la que se dedicó incansablemente con la predicación, las catequesis y sus escritos, como la exhortación Familiaris consortio.
"Es un pilar de la Iglesia de estos últimos tiempos; que reconocemos por la fidelidad a Dios, su simplicidad de corazón, y la entrega abnegada al ministerio y a la evangelización, con amor generoso a sus hermanos. Amó mucho a nuestra Argentina de múltiples maneras, y en especial su primera venida en momentos de gran prueba", dijo.
Asimismo, señalo que San Juan Pablo II dejó el testimonio de un gran amor a la Eucaristía, "que contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir a Cristo mismo, la Pascua y el Pan de vida", y a la Virgen María, a quien se confió en forma ilimitada como "Totus tuus", enseñándonos a recorrer en el Rosario los misterios de la vida de Jesús".
En ese sentido, afirmó que su canonización ocurrida el año pasado confirma el sentimiento de cariño y gratitud de tantas personas que no lo olvidan.
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