VATICANO,
En el documento final aprobado por el Sínodo de la Familia y que consta de 94 puntos se abordan asuntos como la apertura a la vida, los anticonceptivos o el aborto. Pero también se alerta contra los intentos de los gobiernos que presionan a las iglesias locales con retirarles ayudas económicas sino cambian su definición de matrimonio.
El punto 76 del documento afirma que "en cuanto a los proyectos de equiparación al matrimonio de las uniones entre personas homosexuales, no 'existe fundamento alguno para asimilarlo o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia'".
El Sínodo "cree del todo inaceptable que las Iglesias locales sufran presiones en esta materia y que los organismos internacionales condicionen las ayudas económicas a países pobres a la introducción de leyes que instituyan el 'matrimonio' entre personas del mismo sexo".
El documento también habla del rechazo de la Iglesia a los anticonceptivos y al aborto. En concreto afirma que "cuanto más busquen los esposos escuchar en su conciencia a Dios y sus mandamientos y se hagan acompañar espiritualmente, tanto más sus decisiones serán íntimamente libres de una arbitrariedad subjetiva y del ajuste a los modos de comportarse en su ambiente".
"Por amor de esta dignidad de la conciencia, la Iglesia rechaza con todas sus fuerzas las intervenciones de coacción del Estado a favor de la anticoncepción, la esterilización o incluso el aborto".
Por eso "el recurso a los métodos fundados en 'ritmos naturales de fecundidad' será fomentado" y "se pondrá luz que 'estos métodos respetan el cuerpo de los esposos, dan coraje a la ternura entre ellos y favorecen la educación de una libertad auténtica".