VATICANO,
El Papa Francisco concluyó las sesiones de trabajo del Sínodo de la Familia con un discurso en el que manifestó que "el desafío que tenemos ante nosotros es siempre el mismo: anunciar el Evangelio al hombre de hoy, defendiendo a la familia de todos los ataques ideológicos e individualistas".
En su intervención subrayó de nuevo la indisolubilidad del matrimonio y dijo que el fin del Sínodo significa verdaderamente "caminar juntos" para llevar "a todas las partes del mundo" la "luz del Evangelio, el abrazo de la Iglesia y el amparo de la misericordia de Dios".
El Sínodo de la Familia –que tuvo una duración de tres semanas– concluyó en la tarde de este sábado con la votación de los padres sinodales al documento o Relación final y con el discurso del Papa Francisco.
El Santo Padre se preguntó "¿Qué significará para la Iglesia concluir este Sínodo dedicado a la familia?". En su respuesta afirmó que ha tratado de iluminar "con la luz del Evangelio, de la Tradición y de la historia milenaria de la Iglesia" los temas inherentes a la familia.
"Seguramente no significa que se hayan encontrado soluciones exhaustivas a todas las dificultades y dudas que desafían y amenazan a la familia, sino que se han puesto dichas dificultades y dudas a la luz de la fe, se han examinado atentamente, se han afrontado sin miedo y sin esconder la cabeza bajo tierra".
Matrimonio hombre-mujer indisoluble