VATICANO,
El amor de Dios es abundante, ilimitado y siempre sale a buscar al hombre que, al contrario, se queda en sus medidas limitadas. Es la reflexión que hizo el Papa Francisco este martes por la mañana en la capilla de la Casa Santa Marta al celebrar la Misa.
"Nosotros siempre tenemos la costumbre de medir lassituaciones, las cosas con las medidas que tenemos: y nuestras medidas son pequeñas. Por eso, nos hará bien pedir al Espíritu Santo la gracia, orar al Espíritu Santo, la gracia de acercarnos al menos un poco para entender este amor y tener la voluntad de ser abrazados, besados con esta medida sin límites".
Comentando la lectura de San Pablo a los Romanos de l día (en la que habla de la abundante gracia derramada por Jesucristo en los hombres a través de su muerte y resurrección), Francisco se preguntó cómo Dios da la amistad, la salvación.
"Da como dice que nos dará a nosotros cuando hacemos una buena obra: nos dará una buena medida, apretada, llena, rebosante… Pero esto hace pensar en la abundancia y esta palabra, 'abundancia', en este pasaje viene repetida tres veces".
Así, "Dios da en la abundancia hasta el punto de decir, Pablo, como el resumen final: 'donde abundó el pecado sobreabundó la gracia'. Sobreabundó, todo. Y esto es el amor de Dios: sin medida. Todo sí mismo".
"El corazón de Dios –afirmó– no es cerrado: está siempre abierto" y "cuando llegamos, como aquel hijo (refiriéndose al Hijo Pródigo de la parábola del Evangelio), nos abraza, nos besa: un Dios que hace fiesta".