La idea de que los hombres y las mujeres son diferentes y complementarios ha estado en la Iglesia Católica desde el comienzo. Pero, ¿qué significa exactamente esto para la Iglesia hoy en día? ¿Qué implica para las mujeres que están en la Iglesia? ¿Deberían tener las mismas funciones que los hombres? ¿Tendría que haber una cuota de igualdad entre las personas que sirven en la Iglesia?
Para nada, afirma Mary Hasson, editora del libro "Promesa y cambio: Mujeres católicas reflexionan sobre feminismo, complementariedad y la Iglesia".
"El punto no está en contar cuántas mujeres hay, para compararlo con el de los hombres. La pregunta es ¿hemos integrado suficientemente a la mujer, de manera complementaria, como Dios quiere?
Después del llamamiento del Santo Padre a profundizar en la "teología de la mujer", un grupo de mujeres católicas bajo la dirección de Helen Alvare, profesora de Derecho en la Universidad George Mason (Estados Unidos), se reunieron para estudiar el papel de la mujer en la Iglesia, con un énfasis particular en la idea de la complementariedad entre los dos sexos.
"Creo que la armonía es una gran palabra que describe la complementariedad, porque cuando tienes armonía ves las cosas unidas, como un perfecto todo, que es lo opuesto a dos piezas que intentas poner juntas", explicó Hasson a ACI Prensa.
El grupo está compuesto por abogadas, teólogas, filósofas, economistas, profesoras y religiosas, y se han organizado para configurar el Forum de Mujeres Católicas en el centro de políticas públicas y éticas, del que Hasson es miembro, para debatir sobre el papel que la complementariedad tiene en la Iglesia actual.