VATICANO,
Tres obispos participantes del Sínodo de los Obispos sobre la Familia coincidieron hoy en señalar que el trabajo en los llamados círculos menores por idiomas también sirve para demostrar que la doctrina de la Iglesia seguirá intacta respecto al acceso a la comunión para los divorciados vueltos a casar y la homosexualidad.
En conferencia de prensa realizada esta tarde en la Sala Stampa del Vaticano, el Arzobispo de Brisbane (Australia), Mons. Mark Coleridge, explicó que el trabajo en los grupos por idiomas muestra que "no existe apoyo para el cambio de la enseñanza de la Iglesia, lo que muestra que se mantendrá intacta".
En respuesta a la pregunta sobre qué espera como resultado exitoso del Sínodo, el Arzobispo dijo que "lo primero es que no habrá un cambio en la enseñanza sustancial en la doctrina de la Iglesia".
El Prelado explicó que en una reciente entrevista con un periodista "que muy creativamente intentaba sacarme una respuesta sobre la cantidad de personas que apoya" la propuesta de admitir a la comunión a los divorciados y vueltos a casar, dijo que el porcentaje estaba en un "65 (por ciento en contra)" y "35 (por ciento a favor)" aunque en realidad "no tengo idea si es así porque las intervenciones de todos son de tres minutos y es difícil recordar todo".
"No recuerdo una sola intervención en donde el asunto se haya propuesto directamente y con claridad. Nadie ha dicho simplemente que 'debemos aceptar a los divorciados vueltos a casar en la comunión'".
En mi grupo, resaltó, "no hubo una sola voz a favor de la comunión" para los divorciados en nueva unión".