BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz (Argentina), Mons. José María Arancedo, felicitó a las madres argentinas por su día y afirmó que cada una de ellas "es maestra y testigo de un mundo siempre nuevo". "¡Qué importante y urgente, diría, es valorar la dimensión de la maternidad en la vida y la cultura de una sociedad!", exclamó.
"Todos nos sentimos agradecidos en este día sea con la presencia o con el recuerdo de nuestra madre. Necesitamos expresar nuestros sentimientos de afecto y reconocimiento. Cada uno puede contar una historia personal de su madre recordando hechos y circunstancias que nos han marcado en nuestra vida", subrayó.
Indicó que "es una historia que tiene mucho de memoria agradecida por los aspectos subjetivos en los que nos vemos involucrados al contemplarla. La memoria siempre encierra verdades que la historia no alcanza a describir".
El Prelado afirmó, sin embargo, que "hay en ellas realidades comunes que nos hablan de su presencia en el don de la vida como de su cuidado hasta el día de nuestro nacimiento; de los primeros pasos acompañados por un amor que fue enseñando y corrigiendo nuestro ingreso en la vida; de su palabra y de su silencio que hoy podemos intuir, valorar y comprender; de su fuerza en momentos difíciles como de su alegría viéndonos crecer".
"Es la mujer que con su presencia ha hecho posible que nos sintamos parte de esa realidad única de amor, fraternidad y crecimiento que es la familia", destacó.
El Arzobispo recordó que el Papa Francisco decía al hablar de las madres que "una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana, porque las madres saben testimoniar siempre, incluso en los peores momentos, la ternura, la entrega, la fuerza moral".