VATICANO,
Antes de rezar el Ángelus, el Papa Francisco mostró su preocupación por la tensa situación que se vive en Tierra Santa desde hace algunos días y pidió fortaleza para decir no al odio y sí a la paz.
El Pontífice presidió el Ángelus este domingo desde el atrio de la Basílica de San Pedro después de la Misa de canonización de cuatro nuevos santos: Vincenzo Grossi, María de la Inmaculada Concepción (conocida como Madre María de la Purísima) y de Louis Martin y Marie Zélie Guérin, padres de Santa Teresita de Lisieux.
"Sigo con gran preocupación la situación de fuerte tensión y violencia que aflige a Tierra Santa", dijo Francisco.
"En este momento necesitamos mucho coraje y mucha fortaleza para decir no al odio y la venganza y hacer gestos de paz. Oremos para que Dios fortalezca en todos, los gobernantes y los ciudadanos, la valentía de oponerse a la violencia y tomar medidas concretas para la distensión".
"En el contexto actual de Oriente Medio es más que nunca decisivo que se logre la paz en Tierra Santa: esto nos piden Dios y el bien de la humanidad", dijo.
A continuación saludó a los peregrinos llegados de diversos países para participar en la ceremonia de canonización.