VATICANO,
En la conferencia de prensa realizada hoy en la Sala Stampa del Vaticano, el Arzobispo de Poznan y Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, Mons. Stanislaw Gadecki afirmó que "ninguno tiene la autoridad de cambiar la enseñanza de Dios" y expresó su posición contraria a la visión de algunos que proponen un camino penitencial para los divorciados en nueva unión que les permita acceder a la comunión sacramental.
Han sido más de 93 las intervenciones de los obispos desde ayer en la mañana hasta esta tarde en el Sínodo de la Familia, en las que los prelados han reflexionado sobre la tercera parte del documento de trabajo. Entre las propuestas también están incluidas las referidas a los divorciados vueltos a casar.
Hasta ahora se han presentado 460 modos (propuestas). En líneas generales hay un pedido para que exista un mayor énfasis respecto a las Sagradas Escrituras y una mejor preparación para el sacramento del matrimonio. Varios miembros del Sínodo coincidieron en que no es la idea cambiar la doctrina de la Iglesia pero hay diversas aproximaciones pastorales a los desafíos.
Los temas de las intervenciones han sido muy variados: la defensa de la doctrina católica, la necesidad de volver a proponer la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, el pedido de un documento magisterial que guíe las reflexiones, entre otros.
Mons. Gadecki recordó que "ninguno tiene la autoridad de cambiar la enseñanza de Dios" y expresó su posición contraria a la visión de algunos que proponen un camino penitencial para los divorciados en nueva unión que les permita acceder a la comunión sacramental.
Sobre este tema de la comunión para los divorciados vueltos a casar el Arzobispo de Poznan señaló que "nosotros como Conferencia Episcopal Polaca la hemos excluido". Sin embargo, precisó que "ellos no están excluidos de la Iglesia, no están excomulgados" y además "pueden acceder al sacramento de la Reconciliación" que "siempre es bueno para la vida espiritual".