MADRID,
El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, ha enviado su carta pastoral semanal en la que habla de la llamada de Jesús al joven rico. El Prelado ha explicado que la vocación es "descubrir aquel proyecto de amor que Dios me tiene preparado" y el punto de arranque de todas las vocaciones es descubrir "el amor de Cristo que supera toda ideología".
"La llamada de Jesús a seguirle de cerca no es una iniciativa humana ni una ocurrencia subjetiva, sino que tiene su origen en el amor de predilección del mismo Jesús", asegura el Obispo de Córdoba.
Según explica en su carta, "la mirada con la que Jesús llama al joven rico es la misma mirada con la que se han sentido llamados tantos hombres y mujeres a lo largo de la historia".
En un momento, la persona llamada entiende que "alguien le ama con amor eterno y llena de sentido pleno toda la existencia" y explica esto porque "si el corazón humano está hecho para ser amado, la llamada personal va acompañada de ese amor en plenitud que promete una vida fecunda".
Como la llamada es total, "implica una respuesta de totalidad", por eso Jesús en el Evangelio le dice al joven rico: "véndelo todo y dalo a los pobres". El Prelado explicó que "seguir a Jesús es incompatible con la reserva de algo para sí. Hay que darlo todo, porque uno ha encontrado a quien le da todo".
En ese sentido el Obispo de Córdoba también ha destacado que la llamada es "una actitud sostenida a lo largo de toda la vida", por lo que "es un camino, un itinerario de progresivo despojamiento, sin posibilidad de reconquista. Dejarlo todo, quemar las naves y no volver la vista atrás. Todo un proceso de conversión permanente y de crecimiento en el seguimiento de Cristo".