VATICANO,
Clarita y Andrés Galindo se casaron hace ya 45 años. Tienen dos hijos y cuatro nietos. Relatan con orgullo y agradecimiento a ACI Prensa su historia, la misma que han ofrecido a los participantes del Sínodo de los Obispos sobre la Familia que se celebra estos días en el Vaticano.
"Nos llegó una invitación del Papa en la que nos comunicaban que éramos auditores (participantes con la posibilidad de hablar tres minutos, aunque sin derecho a voto). Somos los únicos venidos de México y no queremos investigar por qué fuimos nosotros los elegidos y no otros", dice entre risas Andrés.
El matrimonio lleva 30 años dedicado a la familia. Pertenecen a la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Episcopal para la Familia de la Conferencia Episcopal del país así como de las Conferencias Episcopales Latinoamericanas (CELAM) para la zona de México-Centroamérica.
"Nuestro matrimonio al comienzo fue difícil. Creo que todos los matrimonios tenemos esa dificultad al inicio", cuenta Clarita. "Hemos vivido estos años en una lucha constante por nuestro matrimonio, por llevar adelante toda aquella ilusión con la que empiezan todos los matrimonios".
"Los primeros años no fueron fáciles sobre todo por algunas presiones de algunos familiares que no nos auguraban mucho éxito en la nueva vida que estábamos iniciando, al grado de que por los problemas económicos que teníamos buscaron separarnos", relata a su vez Andrés.
"Y un día llegó a nuestra casa un familiar con los documentos ya preparados para que firmáramos nuestro divorcio".