ROMA,
El Vicario Emérito para la diócesis de Roma, ex Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y cercano colaborador de los Papas San Juan Pablo II y Benedicto XVI, el Cardenal Camillo Ruini, afirmó que en sus más de 60 años como sacerdote nunca se ha sentido deshumanizado por vivir la abstinencia sexual a la que están obligados todos los presbíteros en la Iglesia.
Así lo indicó el emblemático Cardenal de 84 años de edad en una entrevista concedida al diario Il Corriere della Sera, al ser preguntado sobre lo dicho por el sacerdote Chryzstof Charamsa, quien cree que es momento que la Iglesia "entienda que la solución que les propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana".
Sobre la afirmación de Charamsa, el sacerdote polaco que trabajaba en la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano que reveló ser un homosexual activo y tener un compañero, el Cardenal Ruini aseguró que "como sacerdote yo también tengo la obligación de la abstinencia y en más de 60 años nunca me he sentido deshumanizado ni privado de una vida de amor, que es algo mucho más grande que el ejercicio de la sexualidad".
El emblemático Purpurado italiano dijo luego que tras la revelación de Charamsa, lo que él ha experimentado es "una impresión de pena, también de sorpresa, sobre todo por el momento que ha elegido", la víspera del inicio del Sínodo de los Obispos para la Familia.
En su opinión, el caso del sacerdote polaco gay "seguramente no les gustará a los (padres) sinodales, pero no tendrá ninguna influencia sustancial".
Tras recordar que el Papa Francisco "se ha expresado en diversas ocasiones claramente y en oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo", el Cardenal dijo que si existe un lobby gay en el Vaticano "es algo sobre lo que es necesario hacer limpieza".