VATICANO,
"El muro no es una solución" a la crisis migratoria que enfrenta el mundo porque solo genera más odios, advirtió el Papa Francisco durante el vuelo de regreso de Filadelfia (Estados Unidos), donde pidió construir puentes a través del diálogo entre los países involucrados.
En los últimos meses, a raíz de las guerras en Medio Oriente y el norte de África, decenas de miles de personas –en su mayoría musulmanes- han iniciado un éxodo hacia Europa con el fin de huir del hambre y la violencia.
Sin embargo, en países como Grecia –afectado por una grave crisis económica-, y Hungría, los refugiados enfrentan rechazos. En este último país se decidió instalar alambradas en la frontera con Serbia para evitar el ingreso de inmigrantes.
Durante el regreso a Roma (Italia), Francisco recordó sus palabras en el Congreso de Estados Unidos, donde señaló que el mundo enfrenta "una crisis de refugiados" de una magnitud "nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial".
Sin embargo, señaló que esta crisis "es el resultado de un proceso de años, porque las guerras de las que aquella gente huye son guerras de años", como son los casos de Siria, Irak y Libia.
"El hambre es hambre de años. Cuando yo pienso en África, esto es un poco simple, eh, pero lo digo como ejemplo. Pienso en África, el continente explotado y ahora vienen las guerras rivales, pero tienen detrás intereses económicos. Y yo pienso que antes de explotar un continente, un país, una guerra, se podrían hacer inversiones para que aquella gente tenga trabajo y así evitar esta crisis".