VATICANO,
Durante la rueda de prensa en el vuelo de regreso a Roma (Italia), el Papa Francisco habló sobre los divorciados vueltos a casar y el acceso a la comunión, uno de los temas que más abordaron los medios durante el pasado Sínodo sobre la Familia y que también ocupará parte del nuevo Sínodo que comienza este domingo 4 de octubre.
"Existe el problema de los segundos matrimonios, de los divorciados que hacen una nueva unión", dijo a los periodistas.
"Ustedes tienen el Instrumentum Laboris (el documento guía de los participantes del Sínodo). Aquello que se pone en discusión. A mí me parece un poco simplista decir que el Sínodo, que la solución para estas personas es que puedan comulgar".
"No es la única solución; lo que el Instrumentum Laboris propone es mucho, también el problema de las nuevas uniones, de los divorciados, no es el único problema".
A continuación, el Santo Padre repasó algunos de estos problemas que se indican en el Instrumentum Laboris que él mismo cita: "los jóvenes no se casan, no quieren casarse, es un problema pastoral para la Iglesia. Otro problema es la madurez afectiva, en el matrimonio es otro problema, la fe".
"¿Creo yo que esto es para siempre? Sí, sí, lo creo. Sobre la preparación al matrimonio pienso muchas veces que para ser sacerdote existe una preparación de ocho años y después no es definitivo, la Iglesia puede quitar el estado clerical. Para casarse para toda la vida se hacen cuatro cursos. Hay algo que no funciona y esto es lo que la Iglesia debe pensar bien, cómo hacer una buena preparación al matrimonio; es algo muy difícil".