FILADELFIA,
"He venido como pastor, pero sobre todo como hermano para compartir su situación", expresó el Papa Francisco a los cien presos con quienes se reunió este domingo en un centro correccional de Filadelfia (Estados Unidos), donde afirmó que Jesús viene a buscarlos para "lavarles los pies", curarles las heridas y calzarlos "de nuevo con la dignidad de los hijos de Dios".
El Santo Padre fue recibido en el Instituto Correccional Curran-Fromhold por el Arzobispo de Filadelfia, Mons. Charles Chaput. Durante el evento, el Pontífice estuvo sentado en una silla de madera elaborada por los propios presidiarios.
Según se informó, en el encuentro estuvieron presos de diferentes denominaciones religiosas, muchos de ellos condenados por violación, asesinato, tráfico de drogas, entre otros delitos. Sin embargo, fueron elegidos para participar debido a su buen comportamiento en la cárcel. También participaron familiares de las víctimas y trabajadores penitenciarios.
Según el protocolo establecido para el evento, los reclusos solo podían darle la mano al Papa cuando los saludó uno por uno. Sin embargo uno de ellos casi al final, se atrevió a pedirle un abrazo al Papa y se vivió esta conmovedora escena. Luego otros reclusos hicieron lo mismo.
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En su discurso, Francisco reflexionó sobre el pasaje evangélico del lavado de pies que hizo Cristo a sus discípulos antes de la Última Cena. Recordó que en aquel tiempo se acostumbraba lavar los pies "porque no existían caminos asfaltados" y todos se lastimaban "con alguna piedra o producían alguna herida".