DENVER,
Desde que comenzó a ir a la escuela católica hace tres años, el pequeño Parker Langdon de nueve años quiere ser sacerdote.
"Le pidió a mi madre que le hiciera unas casullas y él armó un pequeño altar con un vaso y con formas. Le encanta celebrar la misa con sus primos y para los vecinos", explica su madre Jordan Langdon. Cuando vienen mis padres de visita, Parker también invita a otras personas y "celebra Misa" y da homilías, asegura.
Parker tiene un hermano de tres años, Lincoln. "Él es el diácono Lincoln", asegura su padre Josh Parker.
"Ha sido una gran sorpresa para nosotros. Es algo en lo que él ha estado interesado durante tiempo, así que nosotros también queremos ayudarle a que siga siendo así todo el tiempo que él quiera", afirma Jordan.
Cuando la familia Langdon supo del viaje del Papa Francisco a los Estados Unidos se lo contaron a su hijo.
"Mi padre me contó que el Papa venía y me preguntó si yo quería verlo. Y contesté: ¡Sí!", recuerda Parker. "Pero después me di cuenta de que era demasiado caro y reunir el dinero iba a ser complicado. Y en cierta manera ha sido bastante complicado, pero también bastante sencillo".