"Les hablo como hijo de inmigrantes, como muchos de ustedes que son descendientes de inmigrantes", expresó este jueves el Papa Francisco en su discurso ante el Congreso de Estados Unidos, donde abordó el tema de la inmigración y recomendó tratar "a los demás con la misma pasión y compasión con la que queremos ser tratados".
El Santo Padre dirigió un discurso ante 435 representantes, 100 senadores y diversos magistrados, en el que advirtió que el mundo afronta "una crisis de refugiados sin precedentes desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial", con "grandes desafíos y decisiones difíciles de tomar".
A ello se suman "las miles de personas que se ven obligadas a viajar" hacia el norte de América buscando una vida mejor para sí y para sus seres queridos. "¿Acaso no es lo que nosotros queremos para nuestros hijos? No debemos dejarnos intimidar por los números, más bien mirar a las personas, sus rostros, escuchar sus historias mientras luchamos por asegurarles nuestra mejor respuesta a su situación", indicó.
"Cuidémonos de una tentación contemporánea: descartar todo lo que moleste. Recordemos la regla de oro: 'Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes'", señaló.
En su discurso, Francisco también recordó que la historia de Estados Unidos está llena de momentos de inmigración. "En los últimos siglos, millones de personas han alcanzado esta tierra persiguiendo el sueño de poder construir su propio futuro en libertad".
"Nosotros, pertenecientes a este continente, no nos asustamos de los extranjeros, porque muchos de nosotros hace tiempo fuimos extranjeros. Les hablo como hijo de inmigrantes, como muchos de ustedes que son descendientes de inmigrantes", expresó.