Al concluir su histórico discurso en el Capitolio de Estados Unidos, el Papa Francisco se asomó a uno de los balcones del ala oeste para dirigirse a la multitud que lo esperaba en los jardines a quienes impartió una especial bendición.
A continuación el texto completo de la bendición y de las breves palabras que dirigió el Santo Padre:
Buenos días a todos
Les agradezco su acogida y su presencia. Les agradezco a los personajes más importantes que hay aquí, a los niños. Quiero pedirle a Dios que los bendiga.
Señor Padre Nuestro de todos,
Bendice a este pueblo, bendice a cada uno de ellos, bendice a sus familias,