VATICANO,
Líderes cristianos y musulmanes de Oriente Medio firmaron el pasado 3 de septiembre una declaración para "la liberación de todos los rehenes, los civiles secuestrados y los líderes religiosos" así como "el regreso seguro de los desplazados y los refugiados a sus casas y propiedades".
Reunidos en Atenas (Grecia) por la invitación del Patriarca Ecuménico Bartolomé I con el tema "Unidos contra la violencia en nombre de la religión", los participantes realizaron una declaración conjunta "a la unanimidad de favorecer todas las iniciativas y las acciones que ayuden a los derechos de ciudadanía de todos los pueblos, cristianos, musulmanes y de otros grupos religiosos y etnias en Oriente Medio".
La declaración fue realizada en protesta por la persecución religiosa de los cristianos y otras minorías en países como Siria e Irak, donde el llamado Estado Islámico siembra el terror asesinando y pisoteando los derechos fundamentales de la población.
Los líderes musulmanes y cristianos denuncian en el texto los "actos atroces de estos extremistas violentos" derivados de "ideas totalmente incompatibles con nuestras culturas y nuestra historia común" en contra de "las auténticas enseñanzas religiosas".
"Estos crímenes destruyen la comunión entre seguidores de diversas religiones y seguidores de la misma fe". En contraposición, "nuestras religiones piden la paz y la convivencia", aseguran.
El mensaje también manifiesta que "todo patrimonio religioso y cultural es un tesoro insustituible y parte integrante de la cultura árabe y de Oriente Medio, radicada en su historia, que contribuye a la vitalidad y a la diversidad de estas comunidades".