LA HABANA,
El Papa Francisco presidió el rezo de las Vísperas con los sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas de Cuba en la Catedral de La Habana. A continuación la homilía improvisada que pronunció durante la oración:
El Cardenal Jaime nos habló de pobreza y la hermana Yailenys nos habló del más pequeño, de los más pequeños, son todos niños. Yo tenía preparada una homilía para decir ahora en base a los textos bíblicos pero cuando hablan los profetas y todo sacerdote es profeta, todo bautizado es profeta, todo consagrado es profeta, vamos a hacerle caso a ellos y entonces yo le voy a dar la homilía al Cardenal Jaime para que se las haga llegar a ustedes y la publiquen y después la meditan; y ahora charlemos un poquito sobre lo que dijeron estos dos profetas.
Al Cardenal Jaime, se le ocurrió pronunciar una palabra muy incómoda, sumamente incómoda, que incluso va de contramano con toda la "estructura cultural" del mundo, dijo pobreza, la repitió varias veces.
Pienso que el Señor quiso que la escucháramos varias veces y la recibiéramos en el corazón.
El espíritu mundano no la conoce, no la quiere, la esconde, no por pudor, sino por desprecio, y si tiene que pecar y ofender a Dios para que no le llegue la pobreza lo hace, el espíritu del mundo no ama el camino del hijo de Dios que se vació a sí mismo, se hizo pobre, se hizo nada, se humilló para ser uno de nosotros.
La pobreza que le dio miedo a aquel muchacho, tan generoso, había cumplido todos los mandamientos, y cuando Jesús le dijo mira, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, se puso triste y tuvo miedo a la pobreza.