VATICANO,
Hoy se dio a conocer el mensaje del Papa Francisco para XXIV Jornada Mundial del Enfermo 2016 que se celebrará el próximo 11 de febrero, en la fiesta de la Virgen de Lourdes. El texto que lleva como título "Confiar en Jesús misericordioso como María; hagan lo que Él les diga", ha sido dado a conocer por la Santa Sede en conferencia de prensa.
Ya que esta Jornada se celebrará de manera solemne en Tierra Santa y en el marco del Año de la Misericordia, el Papa reflexiona sobre el relato evangélico de las Bodas de Caná en el que Jesús transforma el agua de seis tinajas en un vino bueno.
El Papa señaló que "la enfermedad, especialmente aquella grave, pone siempre en crisis la existencia humana y trae consigo interrogantes que excavan en lo íntimo. El primer momento a veces puede ser de rebelión: ¿Por qué me ha sucedido justo a mí? Se puede entrar en desesperación, pensar que todo está perdido y que ya nada tiene sentido".
En estas situaciones, dice el Pontífice, "por un lado la fe en Dios es puesta a la prueba, pero al mismo tiempo revela toda su potencialidad positiva. No porque la fe haga desaparecer la enfermedad, el dolor, o los interrogantes que derivan de ello; sino porque ofrece una clave con la cual podemos descubrir el sentido más profundo de lo que estamos viviendo; una clave que nos ayuda a ver de qué modo la enfermedad puede ser el camino para llegar a una cercanía más estrecha con Jesús, que camina a nuestro lado, cargando la Cruz. Y esta clave nos la proporciona su Madre, María, experta de este camino".
"El banquete de bodas de Caná es un icono de la Iglesia: en el centro está Jesús misericordioso que realiza la señal; a su alrededor están los discípulos, las primicias de la nueva comunidad; y cerca a Jesús y a sus discípulos, está María, Madre previdente y orante. María participa en el gozo de la gente común y contribuye a aumentarla; intercede ante su Hijo por el bien de los esposos y de todos los invitados. Y Jesús no rechazó la petición de su Madre".