VATICANO,
En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco invitó a hacer de la Iglesia una casa de acogida, una "familia hospital" en la que todos tienen cabida porque sus puertas están abiertas y por tanto no es una "secta exclusiva".
"Todos debemos ser conscientes de que la fe cristiana se juega en el campo abierto de la vida compartida con todos, la familia y la parroquia deben cumplir el milagro de una vida más comunitaria para toda la sociedad", pidió.
En esta ocasión, el Pontífice dedicó su Catequesis a la relación entre la familia y la comunidad cristiana. Una unión "natural" ya que "la Iglesia es una familia espiritual y la familia es una pequeña Iglesia", dijo.
"La Comunidad cristiana –explicó– es la casa de aquellos que creen en Jesús como la fuente de la fraternidad entre todos los hombres". Así, "la Iglesia camina en medio de los pueblos, en la historia de los hombres y de las mujeres, de los padres y de las madres, de los hijos y de las hijas: esta es la historia que cuenta para el Señor".
Francisco aclaró que "la historia de los afectos humanos se escribe directamente en el corazón de Dios" y "este es el lugar de la vida y de la fe", por lo que "la familia es el lugar de nuestra iniciación –insustituible, indeleble– a esta historia de vida plena que terminará en la contemplación de Dios por toda la eternidad en el cielo pero que comienza en la familia, y por eso es tan importante la familia", agregó.
"El hijo de Dios aprendió la historia humana por esta vía, y la recorrió hasta el fondo", afirmó el Papa, quién también aludió a la manera en que nació Jesús. "Viviendo durante treinta años esta experiencia, Jesús asimiló la condición humana, acogiéndola en su comunión con el Padre y en su misma misión apostólica". Después, "cuando dejó Nazaret y comenzó la vida pública, Jesús formó entorno a sí una comunidad, una 'asamblea', es decir, una 'convocación' de personas" y "este es el significado de la palabra 'Iglesia'".