VATICANO,
El Papa Francisco pidió hoy que todas las parroquias, comunidades religiosas, monasterios y santuarios de Europa, acojan a las familias de refugiados que llegan en estos días al continente al huir de la persecución religiosa y las guerras de sus países, entre ellos Siria e Irak. Se trata de una de las crisis migratorias más graves de la historia.
En los últimos días la imagen de Aylan, un niño sirio muerto en una playa de Turquía ha llamado la atención sobre los refugiados que están saliendo de Oriente Medio. Los países adonde se han dirigido muchos de ellos son Alemania, Austria y Hungría, que ven cada día cómo llegan a sus fronteras decenas de miles de refugiados, pero el resto de países miembros de la Unión Europa estudian ya medidas unitarias para hacer frente a este drama y ayudarlos.
Desde los diferentes países serán distribuidos en campamentos de acogida. Las diócesis también han manifestado su deseo de acoger a los refugiados. El arzobispado de Viena (Austria), por ejemplo, promete acoger en las próximas semanas a unos mil refugiados en sus instalaciones en el centro de la capital austríaca.
Luego de rezar el Ángelus, el Pontífice aseguró que "la Misericordia de Dios viene reconocida a través de nuestras obras, como nos ha testimoniado la beata Madre Teresa de Calcuta, de quien hemos recordado el aniversario de su muerte".
Así pues, "frente a la tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y por el hambre, y están de camino hacia una esperanza de vida, el Evangelio nos llama a ser 'próximos' con los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta".
El Papa pidió además que no sólo se les diga "'¡Ánimo, paciencia'!" porque "la esperanza es combativa con la tenacidad de quien va hacia una meta segura".