El Pontífice le animó diciéndole que "la vida te hizo padre antes de tiempo porque tuviste que mantener desde muy chico tu familia durante la enfermedad de tu padre".
Francisco explicó que "en esta vida hay muchas injusticias, y como creyente, como cristiano, el primero que las sufrió, que las condensó en sí mismas, fue Jesús. Jesús nació en la calle, nació como un 'homeless', no tenía su madre dónde parirlo".
Le invitó a mirar "siempre" la figura de Jesús porque así "damos un paso más". "Dios a veces nos habla con palabras, como en la Biblia, nos dice Su Palabra. Dios a veces nos habla con gestos a través de la historia, con las situaciones. Y Dios, a veces, muchas veces, nos habla con su silencio", dijo al joven.
Sobre los problemas que planteó Ricardo, Francisco dijo: "Cuando yo veo la cantidad de gente que pasa hambre, que no tiene para crecer, que no tiene para salud, que muere niño, que no tiene para la educación, la cantidad de gente que no tiene casa, la cantidad de gente que hoy día, lo estamos viendo, migran de su país buscando futuro mejor, y mueren, tantos mueren durante el camino, yo miro a Jesús en la Cruz y descubro el silencio de Dios", dijo en referencia también a los miles de refugiados que llegan estos días a Europa de países como Siria al huir de la persecución religiosa.
"El primer silencio de Dios está en la Cruz de Jesús. La injusticia más grande de la historia y Dios callaba", subrayó Francisco.
¿Qué hacer ante esta situación?. En su opinión, "el mundo tiene que tomar más conciencia de que la explotación de uno con otro no es un camino. Todos estamos creados para la amistad social. Todos tenemos responsabilidad sobre todos. Ninguno puede decir: 'mi responsabilidad llega hasta aquí'. Todos somos responsables de todos, y ayudarnos de la manera que cada uno puede".