LA HABANA,
Del 19 al 22 de septiembre el Papa Francisco viajará a Cuba y se convertirá en el tercer pontífice en llegar a la isla caribeña, siguiendo el camino iniciado en enero de 1998 por San Juan Pablo II, de cuya visita el entonces Arzobispo Jorge Mario Bergoglio hizo una profunda reflexión en su libro "Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro", donde el "diálogo" marca la pauta para lograr los cambios que necesita el país.
Este ensayo fue publicado en julio de 1998 por la Editorial de Ciencia y Cultura (Argentina) y aunque se ha difundido la creencia de que Mons. Bergoglio –entonces Arzobispo de Buenos Aires– formó parte de la comitiva papal en Cuba y que la obra es fruto de ello; lo cierto es que el Prelado no estuvo en la isla, pero estuvo atento a este hecho histórico y centró sus reflexiones en las homilías, discursos y saludos pronunciados por el santo polaco.
Así, este ensayo de 35 apartados permite conocer la visión del Papa Francisco sobre las necesidades y el papel de la Iglesia en Cuba, un país que sigue sufriendo muchos de los problemas encontrados por San Juan Pablo II hace diecisiete.
El diálogo
"La importancia y el valor del diálogo radican, precisamente, en que por su práctica, es posible arribar a la verdad fundamentada en el Evangelio", expresó entonces el arzobispo argentino al recordar que en Cuba, San Juan Pablo II quiso escuchar al pueblo, a la Iglesia local y también al entonces gobernante Fidel Castro –que en 1959 impuso el comunismo y desató una persecución contra la Iglesia y los fieles.
"La evangelización a través del diálogo –señaló Mons. Bergoglio-, no es una actitud asumida en forma improvisada, sino por el contrario, Juan Pablo II ha internalizado un esquema racional de diálogo como plan concertado, como método en su misión pastoral", reflexionó, y recordó que "el papel de la Iglesia, y en especial del Vicario de Cristo, es la de liberar, dialogar y participar, para construir la comunión entre los hombres y la Iglesia".