VATICANO,
El Papa Francisco continuó su ciclo de catequesis sobre la familia y habló hoy sobre la importancia de la transmisión de la fe al interior y al exterior de ella. El Santo Padre explicó que la familia constituida sobre el matrimonio de un hombre y una mujer es capaz de dar esperanza y alegría a "la ciudad del hombre" que ha caído en la depresión.
El Papa explicó que la Iglesia está destinada a convertirse "en un lugar plenamente familiar para el encuentro con Dios. Vamos adelante en este camino, no perdamos la esperanza, donde hay una familia con amor, esa familia es capaz de calentar el corazón de toda una ciudad con su testimonio de amor".
El Santo Padre dijo luego que Dios quiere que la familia sea portadora de esa esperanza y por ello "el Espíritu traerá el alegre desorden a las familias cristianas y la ciudad del hombre saldrá de la depresión".
"La sabiduría de los afectos –prosiguió el Pontífice– que no se compran y no se venden, es la mejor dote del genio familiar. Especialmente en la familia aprendemos a crecer en aquella atmósfera de la sabiduría de los afectos. Su 'gramática' se aprende allí, de otra manera es muy difícil aprenderla. Y es especialmente este lenguaje a través del cual Dios se da a entender a todos".
Para el Papa Francisco "la circulación de un estilo familiar en las relaciones humanas es una bendición para los pueblos: trae nuevamente la esperanza a la tierra. Cuando los afectos familiares se dejan convertir por el testimonio del Evangelio se hacen capaces de cosas impensables, que permiten tocar con la mano las obras de Dios, aquellas obras que Dios realiza en la historia, como aquellas que Jesús ha hecho para los hombres, las mujeres, los niños que ha encontrado".
"Una sola sonrisa milagrosamente arrancada de la desesperación de un niño abandonado, que vuelve a vivir, nos explica la acción de Dios en el mundo más que mil tratados teológicos. Un solo hombre o una sola mujer, capaces de arriesgar y de sacrificarse por un hijo de otros y no solo por el propio, nos explican cosas del amor que muchos científicos no pueden comprender.