LOS ÁNGELES,
En su nueva columna semanal titulada "¿Para qué trabajamos?", Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), reflexionó sobre el significado y la importancia del trabajo para los católicos. "¿Qué quiere Dios de nuestro trabajo? ¿Qué significa nuestro trabajo a la luz de nuestra fe católica?", preguntó.
Mons. Gómez respondió estas preguntas remontándose a los inicios del cristianismo. Indicó que muchos de los fieles que integraban las comunidades eran agricultores, zapateros, tejedores, herreros, carpinteros, comerciantes, constructores, panaderos, entre otros.
Sin embargo, señaló, aunque en la actualidad este tipo de trabajos son bien considerados y realizados por muchas personas, en los inicios del cristianismo, la Iglesia fue muy criticada por acoger a "gente común y corriente que desempeñaba un trabajo".
"Las élites del mundo antiguo creían que cualquier tipo de trabajo, especialmente el trabajo manual, era algo apto solo para los esclavos. El comercio ordinario era también menospreciado como algo vulgar e indigno. Ustedes pueden encontrar esta actitud en los escritos de Platón, Aristóteles, Cicerón y otros", explicó el Prelado.
El Arzobispo también explicó que San Pablo enfrentó el rechazo por su laboriosidad y estaba orgulloso de trabajar para poner el pan en la mesa.
"Nos fatigamos, trabajando con nuestras propias manos…Cuando somos calumniados respondemos con amabilidad", decía San Pablo.