SAN FRANCISCO,
Los esfuerzos por promocionar la cultura católica en las escuelas de la arquidiócesis de San Francisco (Estados Unidos) y por llegar a un acuerdo adecuado para los profesores de estas escuelas concluyeron el pasado miércoles con la firma de un nuevo contrato para ellos.
Las desavenencias existentes hace un tiempo en San Francisco desembocaron en protestas que han durado meses.
En febrero de este año, Mons. Cordileone anunció una serie de modificaciones a los manuales de profesores y de personal para las cuatro escuelas secundarias de la arquidiócesis, y propuso nuevas cláusulas morales para los contratos de los docentes.
Estas nuevas medidas buscan evitar que los docentes afecten la moral sexual de los estudiantes con su comportamiento personal o se sumen al activismo público en posiciones contrarias a la doctrina católica, en temas fundamentales como el aborto y la defensa de la vida; o el mal llamado "matrimonio" gay.
El lobby gay reaccionó con violencia, particularmente en los medios de comunicación, contra el Arzobispo de San Francisco. Además de la presión ejercida por algunos legisladores locales, la empresa de relaciones públicas de Sam Singer fue contratada por un grupo de supuestos "padres preocupados" para atacar al Arzobispo y forzar la eliminación de las nuevas normas.
Las redes sociales de Singer Associated publicaban informaciones manipuladas de las declaraciones del Arzobispo e información sobre la arquidiócesis, al tiempo que promocionaban publicaciones que beneficiaban a la parte contraria.