VATICANO,
El Prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, Cardenal George Pell, señaló que "llegó el tiempo" para la Iglesia de poner las finanzas en orden y así no abrir las puertas a "los incompetentes y bribones", pues "la próxima ola de ataques contra la Iglesia podrían llegar por irregularidades financieras".
Así lo afirmó el Purpurado durante el Meeting de Rimini la tarde del sábado, donde reflexionó sobre la relación entre Iglesia y dinero.
"La riqueza no facilita la conversión, recordemos al joven rico y el ojo de la aguja inaccesible al camello, pero como decía Margaret Thatcher, el buen samaritano no habría podido socorrer al pobre hombre golpeado por los maleantes si no hubiese tenido el dinero necesario para pagar los cuidados y el albergue", señaló el Cardenal en referencia a la necesidad de usar bien el dinero.
En ese sentido, advirtió que "es peligroso, moralmente equivocado, el hecho que un exponente importante de la Iglesia, un obispo, los párrocos o los superiores religiosos digan que están contentos por no interesarse mínimamente en cómo se usa el dinero de la Iglesia y digan que 'de dinero no comprenden nada'. Esta actitud abre las puertas a los incompetentes y a los bribones".
Las autoridades eclesiásticas tienen "la obligación moral de controlar para que nadie saque beneficios injustos del patrimonio de la Iglesia", insistió.
"Debemos poner orden en nuestras actividades económicas y rendir cuentas de todo, de manera transparente. Debemos también tratar bien el dinero: iniciando el cónclave los cardenales insistieron que es necesario limpiar la casa y hacer transparencia", señaló.