ASUNCIÓN,
El 13 de agosto dio a luz en Paraguay la niña de once años que resultó embarazada por la violación de su padrastro. Este caso, que conmovió a la opinión pública y movilizó al Estado y pro-vidas para velar por la pequeña madre y la no nacida, fue sin embargo manipulado por organizaciones feministas y abortistas con el fin de presionar al gobierno para que despenalice el aborto.
Así lo denunciaron en su momento los expertos internacionales en derechos humanos y medicina Gualberto García Jones y Rafael Cabrera cuando viajaron a Paraguay para conocer de primera mano los detalles de este caso, luego que la organización feminista Cladem fuera a la OEA y la ONU para denunciar al estado paraguayo.
En mayo de este año Cladem presentó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (perteneciente a la OEA), una medida cautelar para que se practicara un aborto bajo la causal de riesgo de vida de la niña, aduciendo que esto era solicitado por la madre en ejercicio de la patria potestad. La CIDH apoyó el pedido de Cladem.
Sin embargo, García Jones, director de la organización Grupo Internacional de Derechos Humanos; y Cabrera, médico de la Red Interamericana de Derechos Humanos, denunciaron ante el diario paraguayo ABC Color que la organización feminista engañó a la madre al hacerla firmar un texto en español pidiendo el aborto, cuando la mujer "no habla español, habla guaraní".
"Ella niega que haya dado su consentimiento. Alega que le hicieron firmar con la advertencia de que si no lo hacía podía morir su hija. Lo hizo cuando estaba en esa situación de emergencia (la apresaron acusada de complicidad con el padrastro). Ella niega haber pedido el aborto. Evidentemente era una estrategia de esta gente inescrupulosa para fomentar su ideología, que es la legalización del aborto. Le habían redactado un documento que ella ni había leído ni entendido. Se aprovecharon de esta mujer", señalaron en la entrevista difundida el 7 de junio.
Los expertos indicaron que durante su estancia en Paraguay se reunieron con parlamentarios, ministros, fiscales, jueces y médicos. "Sacamos bastante información de los hechos que contradicen completamente la denuncia elevada sin ninguna prueba por las representantes de esa organización. Nunca estuvo en peligro la vida de esta niña; si bien, como es lógico, se trata de un embarazo de alto riesgo", señaló García Jones.