LIMA,
El Padre "Luis Tegerizo no se cansó nunca de animar a las almas, de convocarlas a la santidad y de hacerlo con sencillez", señaló el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, en la Misa de exequias del fallecido sacerdote del Opus Dei, que se llevó a cabo el 12 de agosto.
El P. Luis Tegerizo partió a la Casa del Padre el 11 de agosto, después de unos meses de sufrir la fase terminal de un cáncer y cuatro días después de haber cumplido 60 años de sacerdote, dejando una profunda huella espiritual en quienes lo conocieron.
En su homilía, el Cardenal Cipriani destacó el carácter alegre, servicial y acogedor del presbítero, quien colaboró muy de cerca con San Josemaría Escrivá, mientras el fundador estuvo en Perú brindando sus famosas catequesis.
Asimismo se encargó por muchos años de atender la labor de las mujeres del Opus Dei en el Perú, contribuyó con los inicios de la Prelatura Territorial de Yauyos que fue encomendada por la Santa Sede a la Obra en 1957 y acompañó incluso espiritualmente al propio Cardenal Cipriani, desde muy joven.
"¡Cuántas almas le han dado la bienvenida en el cielo: San Josemaría, Don Álvaro y cuántos más que le acompañaron en los comienzos del Opus Dei en el Perú!", expresó el Arzobispo de Lima, quien a su vez agradeció a Dios por la fidelidad, bondad y entrega del P. Tegerizo, uno de los primeros que vino al Perú hace sesenta años para desarrollar la labor apostólica.
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