"El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí". Don Bosco lo hizo. También experimentó en su infancia y juventud la acogida de mucha gente. Su vida va a ser un poner en práctica este evangelio de acoger y de promocionar a los más pequeños y necesitados, desde que era muy niño.
Infancia: "Muchas veces me habéis preguntado a qué edad comencé a ocuparme de los niños. A los diez realizaba lo compatible con esos años, una especie de Oratorio Festivo. Escuchad. Era yo aún muy pequeño y ya estudiaba el carácter de mis compañeros... hacía el bien a quien podía y a nadie mal... sin embargo eran mis narraciones las que los reunían junto a mí". Don Bosco - Memorias del Oratorio.
Juventud: "Empezaron a venir para jugar, después para escuchar historietas y hacer los deberes escolares y, finalmente, acudían sin un motivo especial. Para poner un nombre a aquellas reuniones solíamos denominarlas Sociedad de la Alegría". Don Bosco - Memorias del Oratorio.
Su ideal: "Como los deberes escolares me dejaban mucho tiempo libre, solía dedicar una parte del mismo a leer los clásicos italianos y latinos; la otra, a fabricar licores y confituras... Mi amo me propuso quedarme allí a trabajar... sin embargo yo realizaba tales trabajos sólo por diversión o distracción; mi intención seguía fijada en continuar los estudios". Don Bosco – Memorias del Oratorio.
Oración para obtener una gracia especial
Oh Don Bosco Santo, cuando estabais en esta tierra no había nadie que acudiendo a Vos, no fuera, por Vos mismo, benignamente recibido, consolado y ayudado. Ahora en el cielo, donde la caridad se perfecciona ¡cuánto debe arder vuestro gran corazón en amor hacia los necesitados! Ved, pues, mis presentes necesidades y ayudadme obteniéndome del Señor (pídase la gracia).