"Los últimos 30 años he apoyado el derecho al aborto", afirma Ruben Navarrette, analista político egresado de Harvard en Estados Unidos. Sin embargo, "este año podría ser diferente" tras la difusión de los videos que revelan el tráfico de órganos de bebés abortados en las instalaciones de Planned Parenthood.
En un artículo publicado en el sitio web The Daily Beast, titulado "Ya no sé si soy pro-choice tras los videos de Planned Parenthood", Navarrette lamenta "ver a médicos actuando como negociadores mientras regatean el precio de un hígado, un corazón o un cerebro de un feto, y luego hablar sobre cuán meticulosamente afrontan el problema de no aplastar" estos "valiosos" órganos.
"¿Quién podría olvidar a la Dra. Mary Gatter, presidenta del consejo de directores médicos de Planned Parenthood Federation of America, cuando, en el video # 2, dice a los investigadores encubiertos que no se trata de dinero, antes de ponerle ceros a los dólares y centavos?", cuestiona.
Asqueado por el recuerdo la escena, Navarrette escribe "ahora quiero tomar una ducha".
En el quinto video difundido por CMP, en el que aparece Melissa Farrell, directora de investigación en Planned Parenthood de la Costa del Golfo, "aparece la posibilidad que nadie quiere discutir: que algunos de los fetos abortados salieron del vientre vivos y que fueron asesinados o se les dejó morir, con sus 'cadáveres' intactos".
En ese mismo video, indica Navarrette, Abby Johnson (ex directora de la misma clínica en la que hoy trabaja Farrell) dijo que su sede "hizo más de cerca de 120 mil dólares al mes vendiendo tejidos y órganos de fetos abortados".