SANTIAGO,
El trekking o caminatas en cerros y montañas se ha posicionado como una tendencia deportiva en distintas partes del mundo. Algunos lo hacen para competir, otros para desafiarse a sí mismos, pero otros lo han comenzado a practicar también como una manera más de acercarse a Dios.
Se trata de la iniciativa "Hacia la Cima", de la organización Más Allá del Deporte (http://www.masalladeldeporte.cl/), en que un grupo de jóvenes, junto a sus familias y a deportistas profesionales y amateurs, suben juntos cerros de Santiago de Chile, para conjugar el deporte, la naturaleza y la espiritualidad.
Bastones, mochilas adaptadas para llevar a niños pequeños, alegría y fraternidad es la tónica de estas jornadas cuyo objetivo es "hacer que el Señor Jesús y los valores entren con más fuerza en el mundo de los deportistas y así ver juntos cómo la vida cristiana se asemeja mucho a la subida de un cerro", explicó la hermana María José Correa de las Siervas del Plan de Dios y parte del equipo organizador.
"Lo importante es fijar la mirada en la meta, dejarse ayudar y alentar por los demás, animar al otro y verlo como hermano y a su vez descubrir el sentido de esos momentos en los que se hace más difícil la subida", agregó.
Durante las caminatas se hacen tres paradas para meditar sobre virtudes del deportista y la vida cristiana, en línea con el impulso motivado por la Conferencia Episcopal de Chile a ser una Iglesia en salida en el contexto de la llamada Misión Territorial. Al llegar a la cumbre los jóvenes, junto al sacerdote que los acompaña, celebran juntos la Santa Misa.
En la más reciente escalada, a principios de agosto, los jóvenes pusieron una cruz en la Cima del Cerro Manquehue en Santiago, donde dejaron inscritas las intenciones por las que habían ofrecido el esfuerzo del ascenso.