El viernes 25 de septiembre el Papa Francisco presidirá una Misa en el Madison Square Garden de Nueva York en el marco de su visita a Estados Unidos, ese día –a pedido del Arzobispo local Cardenal Timothy Dolan–, el Santo Padre usará una silla de madera hecha por inmigrantes del centro comunitario Don Bosco Workers.
En su sitio web, la Arquidiócesis de Nueva York informó que la iniciativa del Cardenal Dolan va en consonancia con el énfasis del Santo Padre de promover "el respeto de los trabajadores, inmigrantes y personas marginadas de la sociedad". En ese sentido, el Purpurado también pidió que el altar y el atril sean elaborados por el Lincoln Hall Boys Haven, centro que ayuda a jóvenes necesitados.
En declaraciones a AP, Gonzalo Cruz, director del centro Don Bosco Workers, expresó que se sienten "muy honrados" y que la silla que usará Francisco "viene de la mano de los trabajadores hispanos que están contribuyendo a este país". La silla es blanca y marrón y la están construyendo tres jornaleros y un monje carpintero de una iglesia local, dijo Cruz, originario de México.
El director del centro que acoge a 200 jornaleros, dijo que Francisco "es un Papa del pueblo. Él es muy humilde y muy sencillo. La silla es como la personalidad del Papa, sencilla, pero es bonita y elegante".
Se llama "jornalero" al inmigrante sin empleo fijo que a menudo espera en esquinas de grandes áreas metropolitanas a ser recogido por contratistas que necesitan mano de obra solo por ese día.
En asociación con Don Bosco Workers está Obreros Unidos of Yonkers, un centro de trabajadores que colabora con la caridad católica de la Arquidiócesis. El centro Don Bosco Workers toma el nombre como homenaje al fundador de los salesianos y en reconocimiento a su legado a favor de la educación de los jóvenes inmigrantes pobres.