ROMA,
El 30 de julio fue el Día Mundial contra la trata de personas, un fenómeno que afecta a millones de personas en diferentes países y que ha sido denunciado reiteradamente por el Papa Francisco como "un crimen contra la humanidad".
"Es necesaria una toma de responsabilidad común y una voluntad política más fuerte para vencer en este frente… Una intervención legislativa adecuada en los países de origen, tránsito y llegada, también para facilitar la regularidad de las migraciones, puede reducir el problema".
En ese sentido, y siguiendo el llamado de la Iglesia de defender y promover la dignidad humana, es que Cáritas y otras organizaciones católicas vienen desarrollando labores y proyectos de rescate, acompañamiento y prevención de este drama.
Según la Red Kawsay Defensores de Vidas, los traficantes de personas siguen las siguientes modalidades: reclutamiento ilícito de menores de edad, explotación sexual, explotación laboral, extracción ilegal de órganos, mendicidad ajena y matrimonio servil.
Campañas en América
Entre las varias iniciativas que se desarrollan en el continente americano, se encuentra la campaña lanzada este miércoles por la Conferencia Episcopal Colombiana llamada "A la trata diga no", para prevenir a la población sobre las estrategias, tácticas y escenarios de los tratantes, y ayudar a contrarrestar este delito mediante una red de apoyo.