Durante su homilía en la Misa celebrada en reconocimiento de los migrantes, el Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, afirmó que estas personas son un signo de fe y esperanza, instó a las autoridades y a la población en general a abrirles sus corazones, y alentó a seguir orando por una "reforma migratoria justa, efectiva e inmediata".
Mons. Gómez recordó que los inmigrantes han estado presentes desde el inicio de la historia de Estados Unidos, una nación que se formó a partir de muchos pueblos y nacionalidades. Además, señala que hay un espíritu inmigrante en este país. "El espíritu inmigrante es también el espíritu de la Iglesia católica universal, que es un pueblo peregrino, la familia de Dios proveniente de todos los países y de todos los confines de la tierra", indicó.
"Ustedes son un signo de fe y de esperanza, un signo de la fe de la Iglesia, de la esperanza de Estados Unidos", puntualizó el Prelado.
Para contraponer esta idea del inmigrante, el Arzobispo de Los Ángeles reflexionó sobre las palabras del profeta Jeremías y cómo estas se remiten a su situación actual. "¡Ay de los pastores, dice el Señor… Ustedes han dispersado a mis ovejas y las han ahuyentado. No han cuidado de ellas".
"Mis queridos hermanos y hermanas, creo que a veces todos nos sentimos un poco como el profeta, y quisiéramos decir: '¡Ay de estos pastores!'", expresó el Prelado.
Mons. Gómez abordó el caso de los inmigrantes deportados "por millones durante los últimos diez años". "Han sido alejados, enviados de regreso a lugares en los que tienen que enfrentarse con la violencia y en donde no hay futuro", señaló.