VATICANO,
El jueves pasado el Papa Francisco autorizó un decreto donde se reconocían las virtudes heroicas del Arzobispo Andrey Sheptysky, líder de la Iglesia greco-católica ucrania desde 1900 a 1944 y que a riesgo de su propia vida salvó a cientos de judíos durante la ocupación nazi y trabajó por la unidad de los cristianos.
"Durante este tiempo de agresión extranjera contra Ucrania, así como la agitación en tantas otras tierras cristianas históricamente Orientales, este reconocimiento trae especial consuelo. El Arzobispo Sheptysky demostró un coraje santo cuando ofreció refugio a más de 160 judíos durante el holocausto nazi", manifestó el P. Peter Galadza director del Instituto Metropolitano Andrey Sheptysky de Estudios Cristianos de Oriente.
Roman Aleksander Maria Sheptytsky nació en un pueblo a 30 millas de Lviv, que entonces formaba parte del Imperio Austríaco, en el seno de una familia católica.
Ingresó a la Orden de San Basilio, asociada con la Iglesia greco-católica ucraniana y tomó el nombre de Andrey. En 1892 hizo su profesión solemne y fue ordenado sacerdote.
En 1899 fue consagrado como obispo y nombrado Obispo de la Eparquía Ucraniana de Stanislaviv (ahora Ivano-Frankivsk). En 1901 fue nombrado Arzobispo Metropolitano de la Eparquía Ucraniana de Lviv, convirtiéndose en la cabeza de la Iglesia greco-católica ucrania. Estuvo en este cargo hasta su muerte en 1944 a la edad de 79 años.
Su mandato como Arzobispo Metropolitano estuvo marcado por el conflicto y la persecución por los sucesivos gobernantes de Ucrania, incluyendo al Imperio Ruso, la Segunda República Polaca, la Alemania Nazi y la Unión Soviética.