DETROIT,
En una carta con consejos prácticos dirigida a sacerdotes y diáconos, el Arzobispo de Detroit (Estados Unidos), Mons. Allen H. Vigneron, describió los tipos de personas que asisten a Misa y cuál es la mejor manera de predicar para ellos.
1.- Un primer consejo que da el Prelado en su carta "El Predicador - Siervo de la Palabra de Dios", está en recordar que "la clave no es ofrecer comentarios sino ayudar a que esas personas que están en las bancas entiendan lo que sucede en el texto y así comprendan lo que está pasando ahora y responder a su fe".
2.- En lugar de permitir que las lecturas se queden en el nivel de la teoría, el Prelado indicó que los predicadores deben aplicarlas a la "situación concreta" de la comunidad y ofrecer sugerencias para que los fieles puedan ponerlas en práctica. Todo esto requiere de una preparación adecuada y anticipada a la homilía.
3.- Tristemente, lamentó Mons. Vigneron, muchas personas en las bancas han oído la frase "Dios te ama", pero no han interiorizado ella. "Las recientes estadísticas revelan que muchos católicos ni siquiera creen que es posible tener una amistad con Dios, por lo que sin duda no saben que son amados infinita y apasionadamente por Aquel que lo hizo todo", explicó.
"Y este amor, el conocimiento de este amor, el encuentro con este amor, es lo que cambia la vida; es lo que lleva a la decisión de dar una respuesta al seguimiento de Aquel que ha entregado su vida por nosotros".
El Prelado sostuvo que así como el acero debe ser calentado antes de que pueda ser moldeado o doblado, el corazón humano debe ser calentado por el amor de Dios con el fin de superar el miedo y ser moldeado por la verdad del Evangelio. Sin un encuentro con el amor de Cristo, "la fe simplemente se ve como un conjunto de normas y reglamentos".