VATICANO,
El Papa Francisco ha escrito una extensa, intensa y emotiva carta a los salesianos con ocasión del Bicentenario del nacimiento de su fundador, San Juan Bosco, más conocido en el mundo simplemente como Don Bosco. En el texto, entre otras cosas, el Pontífice pone el acento en los jóvenes y pide a la congregación que trabaje para ayudarles en su búsqueda del encuentro con Cristo.
Francisco plantea una serie de tareas de las que se deben ocupar, entre ellas prestar atención a los nuevos medios de comunicación, las redes sociales por ejemplo, así como predicar el "primer anuncio", la Buena Noticia de la resurrección del Señor, porque "el cristianismo es fuente de felicidad".
En el mensaje, Francisco recuerda el encuentro que mantuvo con ellos durante su reciente visita a la ciudad italiana de Turín el 21 de junio. Don Bosco puso en marcha "una experiencia educativa integral que, sólidamente basada en la dimensión religiosa, involucra la mente, los afectos, a toda la persona".
De ahí deriva "una pedagogía genuinamente humana y cristiana" sobre todo para los chicos que se encuentran en realidades marginales. Esta pedagogía une "alegría, estudio, oración, trabajo, religión y virtud" lo que ayuda a la "maduración vocacional" y lleva a la conocida "fórmula" de "educar evangelizando y evangelizar educando".
Afecto y ternura
El Papa cree que es muy importante también el afecto entendido como "amor manifestado y percibido". Esto significa que "en el ámbito de la experiencia educativa no basta con amar, sino que es necesario que el amor del educador se exprese mediante gestos concretos y eficaces".