ROMA,
Los monjes benedictinos de Nursia (Italia) pasan su vida en el "ora et labora", cantando salmos y produciendo pequeños bienes para mantenerse. Hace unas semanas también han lanzado un álbum con el que compartir su oración con el mundo, una música, según afirman, que tiene lo que el alma necesita.
"Los monjes pasan varias horas al día cantando la Misa y el oficio divino. Es parte casi del aire que respiramos. Hay mucha contaminación en nuestro mundo y el aire puro del canto gregoriano es como una bocanada de aire fresco", dijo a ACI Prensa el P. Cassian Folsom, prior del monasterio benedictino de Nursia.
El 2 de junio los monjes lanzaron su última y más importante producción: "Benedicta: Canto Mariano desde Nursia" con el sello de Montfort Music junto con Decca Classics y Universal Music Classics. El álbum se puede adquirir en Amazon, tiene 33 pistas que incluyen cantos litúrgicos que han caracterizado la vida de los monjes benedictinos por más de mil años.
"El canto es bello y nuestras almas necesitan la belleza para crecer y desarrollarse. El canto es el amor de la Iglesia a su Señor, expresa el amor que hay en el corazón del monje", dijo el P. Cassian.
"Los monjes somos personas normales y nuestra experiencia es, en cierto sentido, la experiencia de cualquier otro hombre. Estoy convencido que esa belleza en el canto servirá de alimento espiritual para quienes lo escuchan".
Los cantos incluyen himnos, antífonas y responsos de la liturgia e incluyen piezas conocidas como Salve Regina o el Ave María hasta joyas menos conocidas como Virgo Parens Christi.