VATICANO,
Una de las preguntas hechas al Papa Francisco durante la conferencia de prensa a bordo del avión que lo llevó de vuelta a Roma tras su visita a Sudamérica fue sobre la crisis que sufre Grecia.
El país, que pertenece a la llamada Unión Europea (UE), está en bancarrota a pesar del dinero que han recibido para evitarlo. Precisamente, una de las cuestiones que discuten los mandatarios de estos países ahora mismo es qué problemas generaría que Grecia deje de formar parte de la UE y abandone el euro. Hoy mismo se ha llegado a un acuerdo para rescatar al país por tercera vez.
El Pontífice manifestó que tiene la esperanza de que se encuentre "un camino para resolver el problema griego y también un camino de vigilancia para que otros países no caigan en el mismo problema". Además aseguró que "los gobernantes griegos que han llevado adelante esta situación de deuda internacional también tienen una responsabilidad".
Dijo luego que "el camino de los préstamos y de la deuda no termina nunca" y contó que le han hablado de un proyecto de las Naciones Unidas "por el que un país puede declararse en bancarrota, que no es lo mismo que default". Aunque reconoce que "no sé cómo ha sido, si era verdad o no".
No obstante, el Obispo de Roma se preguntó: "Si una empresa puede hacer una declaración de bancarrota, ¿por qué un país no puede hacerlo?".
En su respuesta, denunció lo que califica como "nuevas colonizaciones". "Evidentemente todas van sobre los valores, sobre la colonización del consumismo". Así, cree que "el hábito del consumismo ha sido un progreso de la colonización, que te lleva a un hábito que no es el tuyo y te desequilibra la personalidad, la salud física y mental, por poner un ejemplo".