VATICANO,
El Papa Francisco declaró a los periodistas que lo acompañaron en el vuelo de regreso a Roma que el Cristo sobre hoz y martillo –obsequio del Presidente de Bolivia, Evo Morales–, puede considerarse como "arte de protesta que, en algunos casos, puede ser ofensivo" pero dijo que para él "no fue una ofensa" porque cree en la "buena voluntad" del mandatario.
Al ser preguntado sobre lo que sintió cuando recibió el regalo del Presidente Morales en su encuentro privado en la ciudad de La Paz, el Santo Padre dijo que "es curioso, yo no conocía esto y no sabía que el Padre Espinal era escultor y poeta encima, lo supe en estos días. Cuando lo vi para mí fue una sorpresa. Segundo, se puede calificar como el género del arte de protesta".
"Por ejemplo, en Buenos Aires, hace algunos años fue exhibida una muestra de un escultor bueno, creativo, argentino que ahora está muerto. Era arte de protesta y yo recuerdo uno que era un Cristo Crucificado sobre un bombardero que iba bajando. Era una crítica del cristianismo aliado con el imperialismo que bombardea. Entonces primero yo no sabía nada, segundo yo lo calificaré como arte de protesta que, en algunos casos, puede ser ofensivo", dijo luego el Papa.
En tercer lugar, prosiguió, "el Padre (Luis) Espinal fue asesinado en el año 80. Era un tiempo en el que la teología de la liberación tenía muchas ramas. Una de esas ramas proponía el análisis marxista de la realidad. Padre Espinal pertenecía a esto, eso lo sabía porque en esos años yo era rector en la facultad de teología y se hablaba mucho de esto. Cuáles eran las diversas ramas y quienes pertenecían a ellas".
El Pontífice recordó que "en el mismo año el general de la Compañía de Jesús mandó una carta a toda la Compañía sobre el análisis marxista de la teología. Un poco frenando y diciendo: esto no va, son cosas diversas, no es justo, no van".
"Cuatro años después, en el 84, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó el primer documento pequeñito, una primera declaración sobre la teología de la liberación que critica esto. Después vino el segundo que abrió las perspectivas más cristianas, estoy simplificando, ¿no? O sea, hagamos la hermenéutica en aquella época. Espinal era un entusiasta de este análisis de la realidad marxista y también de la teología usando el marxismo. De esto vino esta obra".