ASUNCIÓN,
Al término de la multitudinaria Misa que presidió esta mañana en Paraguay, el Papa Francisco realizó dos gestos en honor a la Virgen de Caacupé que los fieles de la nación, que es el "corazón de Sudamérica", nunca olvidarán.
El primero fue la lectura del decreto de la Santa Sede con la que el Santo Padre eleva el Santuario Mariano de Caacupé a la categoría de Basílica Menor con todos sus derechos y concesiones.
De esta manera, todos aquellos que peregrinen a este templo podrán, entre otras cosas, obtener indulgencia plenaria si realizan los pasos fundamentales que pide la Iglesia para alcanzar esta gracia como confesarse, comulgar y rezar por el Pontífice.
El segundo gesto fue la consagración del Paraguay a la Santísima Virgen de los Milagros de Caacupé que realizó el mismo Papa Francisco ante la imagen de la Madre de Dios y en presencia de los miles de fieles congregados a las afueras de la nueva Basílica.
Al terminar la consagración realizada al final de la Eucaristía que celebró en el Santuario Mariano, el Pontífice ofreció un rosario de oro como regalo a la Virgen.
A continuación la oración de consagración que rezó el Santo Padre: