En la sociedad ¿No debería suceder también lo mismo? Y, sin embargo, nuestras relaciones sociales o el juego político, en el sentido más amplio de la palabra, no olvidemos que la política, decía el beato Pablo IV, es una de las formas más altas de la caridad muchas veces este actuar nuestro se basa en la confrontación que produce descarte. "Mi posición, mi idea, mi proyecto se consolidan si soy capaz de vencer al otro, de imponerme, de descartarlo y así vamos construyendo una cultura del descarte que hoy día ha tomado dimensiones mundiales, de amplitud ¿Eso es ser familia? En las familias, todos contribuyen al proyecto común, todos trabajan por el bien común, pero sin anular al individuo; al contrario, lo sostienen, lo promueven, se pelean, pero hay algo que no se muere, ese lazo familiar. Las peleas de familia son reconciliaciones después.
Las alegrías y las penas de cada uno son asumidas por todos. ¡Eso sí es ser familia!: si pudiéramos lograr poder ver al oponente político o al vecino de casa con los mismos ojos que a los hijos, esposas, esposos, padres o madres. qué bueno sería ¿Amamos nuestra sociedad? o sigue siendo algo lejano, algo anónimo que no nos involucra, que no nos mete, que no nos compromete ¿Amamos nuestro país, la comunidad que estamos intentando construir? ¿La amamos solo en los conceptos disertados, en el mundo de las ideas?, San Ignacio, permítame el aviso publicitario, San Ignacio nos decía en los Ejercicios que el amor se muestra más en las obras que en las Palabras ¡Amémosla a la sociedad en las obras más que en las palabras!
En cada persona, en lo concreto, en la vida que compartimos. Y además nos decía que el amor siempre se comunica, tiende a la comunicación, nunca al aislamiento. Dos criterios que nos pueden ayudar, a mirar la sociedad con otros ojos, no solo a mirarla, a sentirla, a pensarla, a tocarla, a amasarla. A partir de este afecto, irán surgiendo gestos sencillos que refuercen los vínculos personales. En varias ocasiones me he referido a la importancia de la familia como célula de la sociedad. En el ámbito familiar, las personas reciben los valores fundamentales del amor, la fraternidad y el respeto mutuo, que se traducen en valores sociales esenciales y son: la gratuidad, la solidaridad y la subsidiariedad. Y entonces, partiendo de este ser de casa, mirando a la familia, pensemos en la sociedad, a través de estos valores sociales que mamamos en casa, en la familia, la gratuidad, la solidaridad y la subsidiariedad.
La gratuidad. Para los padres, todos sus hijos, aunque cada uno tenga su propia índole, son igual de queribles. En cambio, el niño cuando se niega a compartir lo que recibe gratuitamente de ellos, los padres, rompe esta relación o entra en crisis, fenómeno más común, las primeras reacciones que a veces suelen ser anteriores a la autoconsciencia de la madre cuando la madre está embarazada, el chico empieza con actitudes raras, empieza a querer romper porque su psiquis le prende el semáforo rojo, cuidado que hay competencia, cuidado que ya no sos el único. Curioso.
El amor de los padres lo ayuda a salir de su egoísmo para que aprenda a convivir con el que viene, con los demás, que aprenda a ceder, para abrirse al otro. A mi me gusta preguntarle a los chicos, si tenés dos caramelos y viene un amigo ¿qué hacés? generalmente me dicen, "le doy uno" Y si tenés un caramelo y viene tu amigo, ¿qué haces?Hay duda y van desde el "se lo doy", "lo partimos" al "me lo meto en el bolsillo" y ese chico que aprende a abrirse al otro, en el ámbito social esto supone asumir que la gratuidad no es complemento, no es complemento sino requisito necesario para la justicia. La gratuidad es requisito necesario para la justicia. Lo que somos y tenemos nos ha sido confiado para ponerlo al servicio de los demás -gratis lo recibimos, gratis lo damos- nuestra tarea consiste en que fructifique en obras de bien.
Los bienes están destinados a todos, y aunque uno ostente su propiedad, que es lícito pesa sobre ellos una hipoteca social, siempre. Se supera así el concepto económico de justicia, basado en el principio de compraventa, con el concepto de justicia social, que defiende el derecho fundamental de la persona a una vida digna.