QUITO,
En el saludo que el Papa Francisco no puedo pronunciar esta noche en la Catedral de esta ciudad pero que sí se dio a conocer, el Santo Padre recordó el ejemplo de tres santas mujeres ecuatorianas cuyo ejemplo alienta la fe de sus compatriotas.
El Pontífice habló de Santa Narcisa de Jesús, Santa Mariana de Jesús y la Beata Mercedes Molina. ¿Quiénes fueron estas mujeres?
1.- Narcisa de Jesús Martillo Morán nació en 1832 en Daule, Ecuador. Era la sexta de nueve hermanos. En 1838 falleció su madre. Con la ayuda de una maestra particular y de su hermana mayor se instruyó en las primeras letras. Aprendió a leer, escribir, cantar, tocar la guitarra, coser, arte que llegó a dominar con verdadera maestría, tejer, bordar, cocinar.
Recibió la Confirmación a la edad de 7 años, el 16 de septiembre de 1839. Adquirió la costumbre de retirarse con frecuencia a un bosquecillo cercano a casa para rezar. El árbol de guayabo junto al que oraba es hoy destino de muchas peregrinaciones. Se propuso imitar a Santa Mariana de Jesús.
En enero de 1852 falleció su padre. Narcisa, era hermosa y tenía 19 años. Pasó a Guayaquil y se hospedó con una familia muy conocida que habitaba junto a la catedral. Allí permaneció hasta 1868, exceptuando unos meses que pasó en Cuenca.
Se embarcó en junio de 1868 a Lima, Perú, y vivió como seglar en el convento dominicano del Patrocinio. El Señor la favorecía con dones extraordinarios.