GUAYAQUIL,
Como parte del segundo día de su viaje a Ecuador, el Papa Francisco realizó este lunes una breve visita al Santuario de la Divina Misericordia, el segundo templo más grande de Guayaquil después de la Catedral, donde aseguró a los ecuatorianos que "los llevo en el corazón" y pidió a Cristo "que nos cubra con su misericordia"
Francisco llegó al santuario en papamóvil. Durante el recorrido recibió las muestras de cariño de los miles de fieles, muchos de los cuales caminaron varios kilómetros durante la madrugada con el fin de lograr las mejores ubicaciones.
Entre los fieles también estaba un numeroso grupo de personas con discapacidad, quienes fueron trasladadas en cuatro buses. Mientras fuera del templo se instalaron coros y grupos de música, adentro esperaron al Pontífice miembros del Hogar San José, grupos religiosos, niños con discapacidad y miembros de la familia de la Divina Misericordia.
Dentro del templo, Francisco siguió recibiendo el cariño de los fieles. Antes de llegar cerca al altar para rezar frente a la imagen de la Virgen María, el Papa se detuvo a bendecir una persona enferma que estaba postrada en una camilla.
Acompañado del Arzobispo de Guayaquil, Mons. Antonio Arregui, el Santo Padre presidió desde el altar el rezo del Ave María con todos los fieles. "Ahora voy a celebrar Misa y los llevo a todos ustedes en el corazón. Le digo a Jesucristo: vos conocés el nombre de los que están allí y le pido que tenga mucha Misericordia, que nos cubra con su misericordia y la Virgen que se siente al lado de ustedes", expresó luego.
"Nos estamos yendo para la Misa, le voy a decir al Arzobispo que no corra el tiempo. Les pido por favor que recen por mí, ¿me lo prometen? Los bendiga Dios Todopoderoso en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Gracias por el testimonio cristiano", culminó el Papa, antes de salir del santuario camino al Parque Los Samanes, donde más de un millón de fieles lo esperan para celebrar la Eucaristía.