MADRID,
Las Obras Misionales Pontificias (OMP) han el #VeranoMisión, proyecto que agrupa las diversas experiencias de cientos de jóvenes españoles los meses del verano europeo a ayudar a misioneros en todo el mundo.
"A través de diversas instituciones misioneras -diócesis, órdenes religiosas, asociaciones-, los jóvenes se van de misiones, van a otros países, movidos por la alegría de anunciar el Evangelio y trabajar por la promoción humana", explican los organizadores.
Entre las experiencias pasadas está la de Paula Pascual, mallorquina de 29 años y profesora de educación especial, que al principio nunca pensó ir de misiones pero que ahora participar de este proyecto por cuarto año consecutivo.
Durante el mes de julio Paula dará acompañamiento espiritual en Jaén (selva del Perú) a un grupo de jóvenes de ese país sudamericano. Ella sabe que participar del #VeranoMisión significa compartir su tiempo. "Me dan mucho más de lo que doy yo. Ir a Perú se ha convertido ya en mi rutina; pero: ¡bendita rutina! Siento que es mi casa. Sin darme cuenta es el mecánico que arregla mi motor. Donde vuelvo a redescubrir cuál es ese agua que alimenta; redescubro el significado del amor y la alegría, un encuentro directo con Dios", asegura.
Ricardo Abengozar y Ana Manzaneque son un matrimonio con seis hijos y viven en Toledo (España). Este participarán de #VeranoMisión yendo a Lurín, (Perú). Tres de sus hijos se fueron el año pasado a Etiopía con las Misioneras de la Caridad y esto ha animado a toda la familia a hacer la misma experiencia de fe y entrega gratuita en misión.
Por eso toda la familia irá a colaborar de diversas maneras en la misión, trabajarán en el centro de las Bienaventuranzas donde recogen niños de la calle, en diversos centros de rehabilitación de drogadictos y tuberculosos, en parroquias dando charlas de temas de bioética y realizando campañas sanitarias de zonas precarias.